Delirios fetichistas ...

Escucho el ruido.
Un ruido peligroso y hermoso.
Avanza hacia mi.
Distingo la silueta de una mujer.
El perfume inunda mis fosas nasales.
El ruido martillea mis timpanos y taladra mi cerebro
No me importa la belleza de la femme fatale.
Solo me importa el ruido.
El ruido cautivador.
El ruido y lo que lo provoca.
Preciosas bases de color ebano.
Camina sobre ellas como una pantera.
Fragiles pero robustas.
Estilizadas pero duras.
El objeto de mi deseo.
Zapatos de tacon de aguja los llaman.
Demasiado basto para algo tan sublime.

La ensoñacion desaparece y la realidad me abofetea mientras mi yo oculto me susurra con melosa maldad " Te estas volviendo un poco perverso amigo mio ... estas madurando ".

Me hago viejo ...

A la memoria de Helmut Newton